América Latina ganó al menos 42.000 millones de dólares en seis años por auge de China

20 abril 2011


Brasil: el principal desafío de Rousseff será la relación con China

29 noviembre 2010



LOS BRIC Y AMÉRICA LATINA EN EL HORIZONTE

21 abril 2010

Pasado el ecuador de una presidencia española de la UE gestionada con gran profesionalismo, impulsada con trabas y sin posibilidad de acometer aspectos transformadores, se hace más deseable que en relación con la política exterior Madrid piense en el largo plazo más allá de la presidencia. Esto es, que lea hacia dónde apunta la perspectiva renacionalizadora de los países grandes de la UE, que considere el impacto que dejará la crisis financiera en nuestro continente, y que saque la lógica conclusión de que necesita acelerar una presencia global propia. Claro que esto ocurre cuando el resto del mundo se decanta por mirar tanto o más hacia Asia que hacia Europa.

Mientras se sigue pensando en poner en práctica el servicio exterior europeo y especializarlo por zonas geográficas del planeta, España necesita apurar por su propia cuenta algo que sabe desde hace tiempo. En efecto, más allá del capital de buena voluntad que se pueda aportar en la relación con Rusia (lo que por ejemplo allana las cosas en una cumbre de la UE con Moscú), no podemos competir con Alemania en su grado de conocimiento e intercambio con Rusia y con el espacio de la ex URSS. Igual ocurre con Asia meridional para el caso de Gran Bretaña y con Francia en el África francófona (con la excepción de Marruecos). Es una cuestión de historia, de medios y de recursos humanos.

Entonces, ¿vuelta a América Latina? Sí, en el sentido de repotenciar con énfasis ese vínculo leyéndolo en escala planetaria, no sólo en relación con nosotros mismos ni añadidamente en relación con Europa. Y es que las relaciones exteriores que se están desplegando desde América Latina y las iniciativas que distintas potencias asiáticas están desplegando allí (incluidas la Rusia euroasiática, e incluso Irán) están transformando las cosas.

Los vínculos más llamativos los resume Brasil a lo grande. Hace pocos meses Lula se reunió con sus homólogos del BRIC en los Urales en los días en que se celebraba una cumbre anual de la Organización para la Cooperación de Shanghai. Pero más significativo e inmediato, Itamaraty ha querido jugar un papel de mediación en Oriente Medio. Y más aún, en este mismísimo abril está hablando de la necesidad de dialogar con Teherán para que le asegure al mundo que el enriquecimiento de uranio que pretende es con fines pacíficos. Ciertamente que la pregunta es cuántas de estas iniciativas que vemos las continuará desplegando Itamaraty más allá de la presidencia de Lula. Pero la ambición está allí, además de las ambiciones y necesidades de otros. En efecto, al inicio de la presidencia española de la UE las cifras de comercio exterior le indican a Brasil que en el ejercicio de 2009 China se convirtió en su principal socio comercial sobrepasando a EE UU.

A la vez, hay un sinnúmero de pequeños y no tan pequeños ejemplos que van armando un tablero estratégico mayor. El mismo 7 de abril, día en el que el Secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, exponía en el Círculo de Bellas Artes de Madrid sobre los logros y desafíos de la presidencia española de la UE, Costa Rica y China firmaban un tratado de libre comercio. Chile, mencionado en la ocasión por López Garrido como uno de los dos países hacia donde España coordinó ayuda comunitaria para una catástrofe reciente, tiene como principal socio comercial a China (con la que desde hace años tiene un tratado de libre comercio). En fin, hace un año Perú y China firmaron un tratado similar. En 2010, el año del bicentenario que conmemora las independencias de varios países latinoamericanos, la tendencia a contar con el referente chino se extiende por América del Sur y parte de América Central y el Caribe.

Ciertamente, España sigue siendo de gran importancia para América Latina (incluido Brasil). Sin embrago, en estos momentos los países del subcontinente no son ni una unidad ni miran tanto a España como tendemos a creer. Además, lo que entendemos como comunidad iberoamericana no es un compartimento estanco y deja muchos espacios que co-satisfacen otros socios.

Tras la crisis económica (y de parte de algunos propósitos más inmediatos de la UE) la economía europea reemergerá relativamente encogida en el tablero mundial. Más aún, previsiblemente, distintos países asiáticos, encabezados por China, llamarán a nuestras puertas dispuestos a comprar lo barato, además de dispuestos a invertir más, contribuyendo a que nos sintamos relativamente empequeñecidos. Pero también mostrándonos que debemos apurar el paso para reproyectarnos a una Latinoamérica abierta a Asia (también a Oceanía, además de a la India). Y además de a Eurasia (que incluye a Rusia). Y lo más importante de todo: con China como epicentro.

Urge mirar cómo se está reconfigurando la balanza de poder en el mundo en 2010, además de en 2015 o en 2020, no de acuerdo a nuestra visiones que se formaron básicamente en la década de los años ochenta del siglo pasado y que tenían a Europa como centro casi exclusivo.

Fuente: foreign policy


Venezuela: Chávez pacta ayuda millonaria de China a cambio de petróleo

19 abril 2010

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, comprometió a China con el desembolse 20.000 millones de dólares para un plan de financiación «de gran volumen y a largo plazo», y a cambio garantizó más petróleo al gigante asiático.

«China aportará financiamiento, solo en un primer tramo, de 20.000 millones de dólares» para ayudar al desarrollo de Venezuela, «en condiciones que para nada tienen que ver con las leoninas» de organismos multilaterales de crédito como el Fondo Monetario Internacional (FMI), subrayó el jefe de Estado venezolano.

«Pero ni siquiera la más mínima palabra que se parezca o se acerque un milímetro siquiera a esa ignominia del FMI», repitió sin detallar las condiciones de ese desembolso, que iba a firmar en Caracas con el presidente de China, Hu Jintao. El gobernante chino debió suspender su visita a Chile y Venezuela debido a un terremoto que esta semana ocasionó más de mil muertos en su país.

Chávez reiteró las condolencias de su Gobierno por esa tragedia «que sentimos nuestra, en nuestro corazón y espíritu», pero que Jintao no quiso que significara el aplazamiento de los acuerdos, reveló. Las autoridades venezolanas firmaron los acuerdos con miembros de una delegación gubernamental enviada por Jintao a Caracas, liderada por el ministro de Administración de Recursos Energéticos de China, Zhang Guobao.

Chávez remarcó que los 20.000 millones de dólares no tienen parangón en la política de cooperación durante los 60 de existencia de la República Popular China, y aclaró que «no tiene que ver con el fondo pesado» acordado con anterioridad y que ha significado aportes de Pekín y Caracas por 12.000 millones de dólares para financiar diversa obras.

Los recursos de «ese fondo pesado» se están invirtiendo en viviendas, ferrocarriles, emergencia eléctrica, alimentos, sistema de riego, carreteras y otros, pero «lo que hemos firmado hoy es de mayor dimensión, es súper pesado», sostuvo Chávez. No se trata solamente del monto, «hay que darle una lectura política, geopolítica, de confianza», insistió.

Chávez recordó que Venezuela ya envía a China cerca de 500.000 barriles diarios de petróleo lo que, gracias a la firma ahora de un acuerdo adicional para la creación de una empresa mixta binacional que operará en la Faja del Orinoco, a ese volumen se añadirán otros 400.000 barriles.

«Todo el petróleo que China pueda necesitar para consolidarse como una gran potencia está aquí», dijo y previó que el gigante asiático se convertirá en «la primera gran potencia mundial».

Fuente: INFOLATAM



El desafío chino

12 abril 2010

Cuando el presidente chino Hu Jintao visite Latinoamérica esta semana, habrá muchos discursos oficiales celebrando el explosivo crecimiento del comercio chino con la región. Sin embargo, hay señales de que este romance comercial se enfriará un poco en los próximos años.

Sin duda, las enormes compras de materias primas latinoamericanas de parte de China han sido un regalo del cielo para la región: el comercio bilateral aumentó desde $10,000 millones en el 2000 a más de $140,000 millones en el 2008, y ayudó a la región a sobrevivir a la crisis económica mundial.

Pero cada vez más economistas proyectan que aunque las relaciones comerciales entre China y Latinoamérica seguirán creciendo, lo harán a un ritmo más lento.

Me llamó especialmente la atención un estudio de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), que se dio a conocer pocas horas antes de la visita del presidente Hu a Brasil, Chile y Venezuela, que se inicia el 14 de abril. Según la CEPAL, el comercio entre China y Latinoamérica, que creció a tasas del 30 por ciento anual en la última década, crecerá a la mitad de ese ritmo –alrededor del 15 por ciento– entre ahora y el 2020.

Entre los nubarrones que se atisban en el horizonte se cuentan:

• Primero, las exportaciones latinoamericanas a China dependen demasiado de un pequeño número de materias primas. Ya se trate de la soja argentina o brasilera, del cobre de Chile y Perú o del petróleo de Venezuela, muchos países latinoamericanos dependen de un solo producto para la mayor parte de sus exportaciones a China, que en varios casos ya se ha convertido en su primer socio comercial.

¿Qué ocurrirá si una sequía, nuevos competidores extranjeros o unadisputa comercial frenan la exportación de uno de estos productos de la región?. La reciente decisión china de suspender las importaciones del aceite de soja argentino –por un valor de alrededor de $200 millones anuales– es un recordatorio de la enorme vulnerabilidad de los países latinoamericanos si no diversifican sus exportaciones.

Osvaldo Rosales, el director de comercio internacional de la CEPAL, me dijo que «nos estamos conectando con el motor de la economía mundial del siglo XXI [China] con exportaciones del siglo XIX. Eso es positivo a corto plazo, pero a mediano plazo crea una dependencia de unos pocos productos básicos con poco valor agregado, que generan menos empleos que las exportaciones de manufacturas o de servicios».

• En segundo lugar, el reciente acuerdo de libre comercio entre China y los 10 países de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), que entró en vigor el 1ro. de enero, perjudicará a las exportaciones latinoamericanas. A partir de ahora, naciones de la ASEAN como Vietnam, Filipinas, Malasia e Indonesia pueden exportar frutas, vegetales, hierro y casi todos los productos manufacturados a China sin pagar impuestos aduaneros, lo que les hará más difícil a los países latinoamericanos vender sus productos a China, me explicó Rosales.

• En tercer lugar, las monedas fuertes latinoamericanas dificultarán aun más que los países de la región puedan competir en Asia. Varios países de la región, especialmente Brasil, han visto sus monedas fortalecerse en más de un 20 por ciento en los últimos doce meses, lo que hace que sus productos sean más caros en el exterior.

¿Qué hacer? Rosales recomienda que Latinoamérica se una para negociar un amplio acuerdo económico con China para generar inversiones chinas y poder venderle más productos manufacturados. En este momento, cada país latinoamericano negocia su propio acuerdo bilateral con China, y los países no tienen suficiente poder de negociación para conseguir concesiones importantes, aseguró.

«Necesitamos una agenda regional compartida que plantee un acuerdo de asociación estratégica con China, para que podamos diversificar nuestras exportaciones y enfrentar la creciente competencia de ASEAN», dijo Rosales. «Somos muy chicos, y si no nos unimos vamos a tener negocios muy marginales».

Mi opinión: La idea de un acuerdo económico entre Latinoamérica y China es muy buena, pero la gran pregunta es si Brasil –el gigante sudamericano– estaría de acuerdo. Brasil, que es por lejos el mayor socio comercial de China en la región y el único país que Hu habrá visitado en sus tres viajes oficiales a Latinoamérica, siente que no necesita compañía alguna para negociar con China, según me dicen funcionarios de países vecinos.

Lo que más necesita Latinoamérica es diversificar sus exportaciones, añadiendo valor a sus materias primas e innovando para producir nuevos productos exportables. De otra manera, el reciente aumento de las exportaciones a China será un fenómeno pasajero, como tantos otros anteriores, y la región habra desperdiciado una de sus más grandes oportunidades comerciales de la historia.

Fuente: elnuevoherald.com


Alianza china con Venezuela es comercial y no ideológica

7 abril 2010

Gobierno chino se aparta de la retórica venezolana en contra de EEUU.
El objetivo de la visita del presidente de China, Hu Jintao, a Venezuela -el próximo 17 de abril-, es principalmente económico, en ello coinciden el ex viceministro venezolano de Relaciones Exteriores para Asia, Vladimir Villegas y el internacionalista Carlos Romero.

«En varias ocasiones el presidente Chávez se ha referido a aspectos ideológicos como el comunismo chino, que no ha sido comentado por gobernantes de ese país, porque ellos en el tercer mundo están interesados en cosas muy concretas, que es elevar sus exportaciones y profundizar sus importaciones en materias primas, como la soja argentina o el petróleo venezolano», explica Romero.

De hecho, cuando el presidente de la República Hugo Chávez visitó a China en septiembre de 2008, no demoró en realzar la figura del líder chino Mao Tse Tung, horas más tarde, la Cancillería del país asiático se vio obligada a aclarar: «China y Venezuela mantienen relaciones normales de Estado a Estado. No están basadas en la ideología, no están dirigidas contra una tercera parte y no afectarán a otros países».

El pragmatismo chino se expresa en que Estados Unidos -su tradicional adversario- es su principal socio comercial.

Óptica de Caracas

Para Vladimir Villegas, la visita de Jintao -desde la perspectiva de Venezuela-, es también parte de un lineamiento estratégico de diversificación de sus relaciones comerciales y económicas en diversos campos.

Romero, destaca por su parte la importancia que le ha dado el presidente Chávez a la relación con China. En ese sentido, desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países en 1974, hasta 1997, se establecieron 20 acuerdos, pero desde que Chávez llegó al poder en 1999 se han concretado 285 convenios en diversas áreas como energía, infraestructura y tecnología.

Dicho acercamiento ha ocasionado -de acuerdo al internacionalista- que entre los dos países el intercambio comercial haya llegado el año pasado a 11.000 millones de dólares. No obstante, Venezuela es el quinto socio comercial de China en Latinoamérica, superado por Brasil, México, Chile y Perú.

Además, Venezuela se ha convertido en el cuarto mayor proveedor de petróleo a esa nación, al suministrarle actualmente 400 mil barriles de crudo, cifra que se espera aumentar próximamente a un millón.

Dentro de los acuerdos pactados, destaca la constitución de un fondo binacional de inversión, que actualmente alcanza los 12 mil millones de dólares y que se pretende llevar a 20 mil millones.

Villegas destaca que el acercamiento con países distantes a EEUU -como China-, no sólo es propiciado por Venezuela, ya que en ese sentido avanzan varios gobiernos de la región. «Es un fenómeno simultáneo en América Latina, en algunos casos Venezuela ha sido pionera como con Irán, pero las cancillerías del resto de los países también han buscado una diversificación», explicó.

Las cifras avalan las declaraciones de Villegas. Según Carlos Romero, Latinoamérica trajo de China en 2008 5,3% de sus exportaciones y envió 10,6% de sus importaciones. En 2009, la región exportó 9,6% de China e importó al país asiático 13,6%.

Fuente: eluniversal.com


China, ¿potencia tacaña?

5 abril 2010

Cuando el presidente de China Hu Jintao visite Latinoamérica a mediados de este mes, alguien debería decirle con toda claridad: si China quiere ser una potencia mundial respetada, debería ser una mejor ciudadana global.

Eso es lo primero que pensé cuando leí los resultados de la Conferencia de Donantes de las Naciones Unidas para Haití, celebrada el 1 de abril en Nueva York, en la que 59 países y organizaciones internacionales hicieron sus contribuciones para la reconstrucción de Haití. La contribución china fue, por decir poco, lamentable.

En total, la muy esperada Conferencia de Donantes recaudó $5,300 millones para tareas de reconstrucción en los próximos 18 meses. La suma no incluye donaciones previas que los países hicieron inmediatamente después del devastador terremoto del 12 de enero que, según cifras del gobierno haitiano, causó la muerte a más de 300,000 personas.

En la Conferencia de Donantes, Estados Unidos ofreció $1,150 millones, además de los $900 millones que ya ha entregado. Los 27 países de la Unión Europea ofrecieron $1,600 millones, además de los $370 millones que ya desembolsaron.

(No estoy incluyendo entre los principales donantes a Venezuela, porque el propio gobierno venezolano, tras anunciar con bombos y platillos que donaría $2,400 millones, más que Estados Unidos y Europa, tuvo que reconocer más tarde que la cifra era tramposa: se trataba de promesas de ayuda por los próximos seis años, en lugar de 18 meses, y además incluía la condonación de $400 millones de deudas de Haití).

En comparación, China prometió $1.5 millones –sí, leyeron bien, 1.5 millones– además de otros casi $14 millones que había donado tras el terremoto, según la agencia oficial de noticias Xinhua. O sea, China ha donado mucho menos para Haití que países como Qatar y Corea del Sur, que prometieron $20 y $10 millones, respectivamente, en el curso de los próximos 18 meses.

Hay quienes especulan que China donó tan poco para Haití porque los dos países no tienen relaciones diplomáticas. Sin embargo, la ausencia de relaciones diplomáticas no ha impedido que China haya destacado en Haití una fuerza de paz de más de 200 personas, que incluía a ocho soldados chinos que murieron durante el terremoto en Haití.

«Este es el peor desastre natural de la historia en lo que hace a la pérdida de vidas: no hay excusa que nadie pueda decir que $1.5 millones sea una contribución digna», dice Mark Schneider, un alto funcionario del International Crisis Group, una organización no gubernamental que se dedica a ayudar a países en conflicto. Es obvio que China no llega a los parámetros de un buen ciudadano global.

A juzgar por lo que escucho de diplomáticos y funcionarios de organizaciones de ayuda, China tampoco ha sido muy generosa con Chile después de que ese país sufriera el terremoto del 27 de febrero.

China prometió $1 millón de auxilio a Chile poco después del terremoto, y unos días después anunció una donación de otros $2 millones, según la agencia de noticias china Xinhua. Esa suma era tan sólo una pequeña fracción de las que donaron otros países grandes.

R. Evan Ellis, un profesor de la Universidad de Defensa Nacional de Washington que ha escrito extensamente sobre la creciente presencia china en Latinoamérica, y que en general considera positiva esa tendencia, dice que hay varias áreas más en las que China podría comportarse como un mejor ciudadano global.

Las empresas chinas en Latinoamérica con frecuencia han tenido problemas con las leyes laborales y ambientales locales, en parte porque no están acostumbradas a respetar esas mismas reglas en China, explicó. «En términos de responsabilidad social corporativa, las empresas chinas están hoy donde estaban las empresas estadounidenses hace medio siglo atrás», agrego.

Además, China está comprando enormes cantidades de materias primas latinoamericanas –sus importaciones de la región se han disparado de $10 mil millones anuales en el 2000 a $140 mil millones en el 2008– pero invierte relativamente poco en la zona.

Mi opinión: el explosivo crecimiento de China durante los últimos años ha sido una bendición para Latinoamérica, especialmente para los países sudamericanos exportadores de materias primas. Por eso, cuando Hu visite Brasil, Venezuela y Chile entre el 14 y el 18 de abril, debería recibir una bienvenida con todos los honores.

Pero alguien debería recordarle que China ya se ha convertido en uno de los principales socios económicos de Latinoamérica, y que los chinos no pueden pretender ser una gran potencia mundial cuando les conviene, y ser un pobre país en desarrollo cuando no les conviene.

Es hora de que China se gane el respeto de otras naciones como un socio confiable y como un buen ciudadano global, tal como lo hacen muchos otros países grandes.

Fuente: elnuevoherald.com


Malestar oficial con China por la crisis de la soja: citan al embajador

5 abril 2010

La decisión del gobierno de China de frenar el ingreso de aceite de soja argentino tensó las relaciones comerciales entre los dos países y ahora derivó en un conflicto diplomático. Anoche, el canciller Jorge Taiana anunció que resolvió citar para el lunes al embajador chino en Buenos Aires, Gang Zeng. Voceros de la cartera de relaciones exteriores adelantaron que Taiana le manifestará a Zeng «el malestar y la preocupación del gobierno argentino» por las últimas medidas que afectarían la exportación argentina de aceite de soja con destino al mercado chino.

Poco después de conocerse la decisión de Taiana, la ministra de la Producción, Débora Giorgi salió a sustentar con argumentos económicos el enojo argentino.

«El freno a nuestras exportaciones de aceite parece una medida para-arancelaria con argumentos sanitarios. Es una acción desmesurada, que no se entiende bajo ningún parámetro. Nuestros aceites se venden en todo el mundo sin inconvenientes.», dijo Giorgi.

Al mencionar la cuestión sanitaria, Giorgi se refirió a que las autoridades chinas pusieron como motivo para frenar el ingreso de aceite de soja la presencia de residuos de hexano -un solvente utilizado en la molienda de soja- en los cargamentos del aceite que llegan desde la Argentina.

«Es una paradoja que China tome represalias por medidas antidumping, cuando ese país tiene en plena vigencia 102 medidas antidumping y otras 18 investigaciones en proceso».

Para el gobierno y los empresarios argentinos la decisión de china esconde, en realidad, una suerte de venganza por el freno que el gobierno argentino impuso a determinados productos de origen chino, como textiles, calzado y rodados. Esas medidas fueron implementadas por la secretaría de comercio que conduce Guillermo Moreno. Mientras recrudecía la crisis global, Argentina impuso barreras a las importaciones para garantizar el superávit de la balanza comercial.

Ante ese razonamiento, Giorgi respondió: «Argentina se defiende de la competencia desleal, pero no cierra las importaciones. Hoy está ingresando calzado chino a nuestro país, pero con un precio por encima del valor mínimo de exportación que establecimos en nuestra medida antidumping. Defendemos la industria nacional, el trabajo argentino. Una investigación antidumping siempre está sustentada en la comprobación que hubo daño a la industrial».

Las ventas de soja y sus derivados a China son un elemento esencial en la canasta de exportaciones argentinas. Se calcula que para este año las ventas a China por aceite de soja llegarán a los 2.000 millones de dólares, según cálculos de la consultora abeceb.

Argentina tiene un déficit comercial creciente con China que comenzó en 2008 con US$ 700 millones. En 2009 llegó a US$ 1.200 millones cuando le vendimos por US$ 3.600 millones y le compramos por US$ 4.800 millones. En el primer bimestre de 2010 el déficit con China es de US$ 600 millones, la mitad del déficit anual del año 2009.

Las relaciones diplomáticas con China no viene bien, desde que Cristina decidió, en enero último, suspender un viaje a ese país. Ayer se supo que Hu Jintao, presidente de China, hará un gira por la región este mes, pero no hará escala en Buenos Aires.

Fuente: clarin.com


Prevén que el país se acercará más a Rusia, China e Irán en 2010

4 enero 2010

La cooperación, los préstamos y la venta de armas fueron durante los últimos años los rubros principales en las relaciones de Venezuela con Rusia, China e Irán -países que habían tenido una influencia limitada en la región, entre otras razones porque Estados Unidos (EEUU) redujo su interés hacia el sur del continente.

Analistas y líderes suramericanos consultados por AP destacaron que si bien hace pocos años los vínculos entre estas naciones eran casi nulos, ahora floceren y aumentan no sólo con Venezuela sino también con Ecuador y Bolivia.

Grace Jaramillo, coordinadora del área de Estudios Internacionales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, con sede en Quito, vaticinó que para este año «la relación de esos países con Venezuela, Bolivia y Ecuador se va a profundizar en ciertos temas, como la energía, armas y cooperación tecnológica, pero no creo que la relación pueda florecer».

Explicó que los países suramericanos aún «no tienen forma de romper eficientemente barreras como la lejanía, complejidad y exigencias de esos nuevos mercados».

Argumentó que el acercamiento con ellos se justifica porque Estados Unidos «se ha alejado profundamente de América Latina, más allá de 1994, cuando se generó (el plan hacia) el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)», impulsada por Washington.

Desde entonces, agregó, «nunca más hubo un proyecto para América Latina. En este sentido, su prioridad (de Estados Unidos) es Oriente Medio, países del sureste asiático, China; luego la Unión Europea. Latinoamérica parece no estar en la lista».

«Mientras esto ocurre, China, Rusia e Irán están decididos a acercarse a esta zona, cada uno por diferentes razones: a China le interesan fundamentalmente los recursos naturales, a Rusia vender armas y a Irán evitar que se sumen votos de condena en los organismos internacionales», añadió la académica, citada por AP.

En septiembre, Rusia abrió una línea de crédito por 2.200 millones de dólares para que Venezuela adquiriera vehículos blindados y misiles tierra-aire, lo que se suma a los 4.000 millones de dólares que el país invirtió en la compra de helicópteros, cazas y fusiles de asalto Kaláshnikov a Moscú.

El Gobierno nacional e Irán mantienen una relación floreciente, especialmente comercial y financiera, desde 2005 -coincidente con la elección presidencial de Mahmoud Ahmadinejad. Reiteradas muestras de simpatía mutua, basada entre otras cosas en un creciente sentimiento antiestadounidense, destacan en esa relación bilateral.

Algunos sectores ven con recelo a los nuevos socios, pero para los gobiernos involucrados estas relaciones aparecen productivas y convenientes, como lo han manifestado Venezuela, Bolivia y Ecuador, con gobiernos alejados ideológicamente de Estados Unidos y seguidores del «socialismo del siglo XXI».

El ex canciller de Bolivia Javier Murillo calificó las relaciones de su país con Rusia como «muy positivas», porque hay proyectos interesantes para la refinación del gas. Recordó que durante el último viaje del mandatario Evo Morales a Moscú, ambos países firmaron un convenio de préstamo por $100 millones de dólares para la compra de equipamiento militar.

Fuente: eluniversal.com


Altos funcionarios chinos y venezolanos se reunirán para evaluar cooperación

21 diciembre 2009

Una comisión chinovenezolana de alto nivel se reunirá entre este lunes y martes en Caracas para «revisar» el avance de los proyectos de cooperación en marcha y «evaluar» la posibilidad suscribir otros nuevos, informó hoy la cancillería venezolana.

La delegación china estará encabezada por el ministro de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo de la República Popular China, Zhang Ping, indicó el ministerio en un comunicado.

La VIII Reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel revisará «el estado de los proyectos en marcha y evaluará los nuevos, con el propósito de darles impulso y fortalecer su ejecución a corto plazo», señaló el documento oficial.

El gobierno del Presidente venezolano, Hugo Chávez, ha establecido «una alianza estratégica entre Venezuela y China que ha profundizado las relaciones» bilaterales, «al punto que el intercambio comercial se ha multiplicado por 50, alcanzando casi los US$10 mil millones», dijo la cancillería,

Caracas y Pekín también crearon el llamado Fondo Pesado Conjunto, «de US$12 mil millones», para financiar proyectos conjuntos «prioritarios para el desarrollo nacional».

Actualmente, se agregó en el comunicado, «Venezuela envía 400.000 barriles de crudo a China, lo que permite diversificar su mercado de exportación, contribuyendo en la construcción de un mundo multipolar».

El país sudamericano es el quinto exportador mundial de crudo y el cuarto abastecedor más importante de Estados Unidos, a donde envía entre 1,1 y 1,5 millones de los 3,2 millones de barriles diarios que produce, según los datos oficiales venezolanos.

Fuente: latercera.com


China 2020: cara y cruz para América latina.

7 diciembre 2009

El desplazamiento de los centros económicos hacia Asia ha sido una de las principales novedades económicas de esta década. El eje Atlántico esta dejando de ser el centro de gravedad de las relaciones económicas y financieras, dejando paso a un mayor protagonismo del eje Pacífico. Esta tectónica de las relaciones internacionales queda reflejada en particular por la mayor relevancia de China para una región como América latina. La crisis del año 2008, lejos de haber frenado estas tendencias, las está al contrario acelerando.

En el 2008, China se ha convertido así en uno de los principales socios comerciales de América latina. Ese año el comercio entre las dos regiones superó los 140 mil millones de dólares. En el 2009, China se ha convertido en el mayor socio comercial de Brasil, la principal economía latino-americana. Esto no es obviamente una tendencia específica a la región: en 2009, China se ha también convertido en el mayor socio comercial de África del Sur y de India, sólo por mencionar otros continentes y países.

El consumo chino está tirando a la alza de nuevo los precios de las materias primas exportadas por los países de América latina. Mientras las ventas de coches se desploman en Estados-Unidos – impactando las exportaciones de componentes de México -, éstas se disparan en China, induciendo más y más importaciones de materias energéticas, petróleo, cobre y otros minerales. En los próximos diez años, según estimaciones de Deutsche Bank, las importaciones chinas de petróleo deberían crecer otro 21%, las de cobre de 16%, las de madera 13%, y las carne de cerdo 11%, materias primas y agrícolas todas ellas producidas y exportadas por los diferentes países de las Américas, sean Brasil, Argentina, Perú o Chile.

A esta dimensión comercial se le suma una dimensión financiera. Hoy en día el stock de inversiones extranjeras directas chinas en el mundo apenas alcanza 170 mil millones de dólares, una cantidad cierto relevante, pero muy alejada de las magnitudes alcanzadas por sus reservas, las cuales superan los 2 000 mil millones de dólares en 2009. Proyecciones de JP Morgan apuntan a que los ahorros chinos alcanzarán en el 2020 más de 16 000 mil millones de dólares. Una parte de esta liquidez tendrá que colocarse fuera y en particular vía inversiones directas, participaciones minoritarias u otras formas de inversiones fuera del país.

Los países y zonas que sepan captar este potencial saldrán ganando del auge chino. América latina, con sus fuertes capacidades agrícolas y producciones de materias primas es sin duda una zona que puede salir ganando. Brasil, Argentina y Paraguay por ejemplo, con respectivamente 28%, 21% y 3% de la producción total mundial. Igualmente, Chile, Perú y México concentran respectivamente 29%, 11% y 7% de las reservas mundiales de cobre. En ambos casos, sólo ilustrativos de muchos más, la región dispone de un 50% del total de la producción o reservas del mundo.

En la próxima década China será una suerte pero también un reto para la región. Lo que ocurra o deje de ocurrir en el país tendrá repercusiones mayúsculas en América latina. En 2009 ya lo estamos viendo (en este caso de manera positiva): mientras México está presenciando un desplome histórico de su PIB, debido en gran parte a su proximidad con Estados-Unidos, el epicentro actual de la crisis global, Brasil por su parte apenas sufrió un ajuste y en 2010 ya estará creciendo a su potencial de casi 5%, según los pronósticos de la OCDE.

Es decir este último país, también en parte por una mayor diversificación de sus exportaciones hacia Asia y hacia China en particular, y un repunte de los precios de las materias primas, petróleo, mineral de hiero o soja, experimenta la suerte de estar aspirada en parte por la demanda china. Simbólico del acercamiento entre Brasil y China, son empresas como Vale, uno de los mayores productores de minerales del mundo y cuyos ingresos y ventas se derivan a casi 45% en 2009 del mercado chino, o como Petrobras que acaba de concluir un acuerdo gigantesco por 10 mil millones de dólares con socios chinos.

En el futuro los ajustes a la alza o a la baja del PIB chino no dejarán indiferentes a la región. Si bien decía el refrán tanto utilizado, cuando Estados-Unidos estornuda, América latina se resfría, esto será también válido para China: cuando Beijing acelere o desacelere el ritmo de su crecimiento, la región también percibirá los vientos y mareas del lejano Oriente.

Fuente: INFOLATAM


América Latina, preferencia económica para China

26 noviembre 2009

América Latina es ahora la región del mundo más importante en la estrategia china de comercio exterior y en 2008 le produjo al gigante asiático 71.477 millones de dólares por este concepto, según datos de la III Cumbre Empresarial El presidente colombiano, Álvaro Uribe, solicitó a China que acelere su integración con América Latina.

Uribe reconoció que es común en el ámbito regional el «inmenso interés» por integrarse con China, pero a la vez admitió que los avances y los focos de atención han sido dispares. «Unos han avanzado más en el comercio y en la inversión que otros», dijo el gobernante colombiano en nombre de la región y como anfitrión de esta reunión, que congrega hasta este jueves en Bogotá a representantes de una quincena de países.

Unos 700 empresarios, la cuarta parte de ellos chinos, asisten a este encuentro, en cuya inauguración también estuvieron los vicepresidentes de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CPPCC), Abulaiti Abudurexiti, y del Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional (CCFCI), Yu Ping.

«China y Latinoamérica cuentan con economías fuertemente complementarias», destacó Abulaiti al intervenir en la apertura de la III Cumbre Empresarial China-América Latina, que reúne en Bogotá a unos 700 empresarios de 14 países.

El dirigente político abrió las tareas de esta conferencia de dos días junto con el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y el vicepresidente del Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional (CCFCI), Yu Ping.

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el colombiano Luis Alberto Moreno, y el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, también intervinieron en la apertura de este foro económico, en el que están representadas unas 200 compañías chinas, 300 latinoamericanas y 300 colombianas.

Abulaiti resaltó que el intercambio comercial entre su país y la región alcanzó el año pasado los 143.387 millones de dólares, con un incremento del 39,7 por ciento en relación con 2007.

Fuente: INFOLATAM


Uruguay y China consolidan sus lazos económicos con nuevos acuerdos comerciales

14 agosto 2009

China y Uruguay sentaron las bases para el fortalecimiento de la cooperación económica y las relaciones comerciales entre las empresas de ambos países con motivo de la visita a Montevideo del viceministro de Comercio chino, Zhong Shan.

El viceministro chino acudió a Uruguay acompañado de una delegación oficial y representantes de siete empresas de su país con el objetivo de ampliar los acuerdos comerciales y de inversión con empresas uruguayas productoras de lana, madera, pescado y carne.

Zhong y el subsecretario de relaciones exteriores uruguayo, Pedro Vaz, presidieron una reunión entre empresarios de ambos países en la que éstos suscribieron «contratos y cartas de intención de compra» que «dejan ver la potencialidad» de las relaciones bilaterales, según indicó el viceministro chino en una conferencia de prensa.

En su intervención destacó el «éxito de las exportaciones uruguayas al mercado que chino», que lograron un aumento interanual del 36 por ciento en los primeros cinco meses de este año. «Hasta en el contexto de la crisis financiera internacional la cooperación económica y comercial entre los dos países ha podido demostrar su dinamismo», recalcó el viceministro.

Según el comunicado emitido tras la reunión, los acuerdos de compras a Uruguay suscritos hoy por empresas chinas «superarían los 100 millones de dólares». El texto también subrayó que en 2008 el comercio entre China y Uruguay alcanzó un valor de «1.640 millones de dólares, treinta veces más que las cifras alcanzadas en los primeros años del establecimiento de las relaciones bilaterales», a finales de los años ochenta.

Según Pedro Vaz, China ocupa el tercer puesto entre los socios comerciales de Uruguay, por detrás de Brasil y Estados Unidos. Sin embargo, un informe del Instituto Uruguay XXI hecho público el pasado mes de julio indicó que el país asiático se ha convertido en el segundo cliente de Uruguay en el mundo gracias al crecimiento de sus exportaciones a zona franca.

Fuente: INFOLATAM


China dice que Centroamérica podría «dar el paso» para establecer relaciones

8 junio 2009

El embajador de China en Costa Rica, Wang Xiaoyuan, afirmó en el marco del cumplimiento del segundo año de relaciones entre ambos países, que el resto de naciones de Centroamérica «observan» el desarrollo de este vínculo para luego «dar el paso».

«A lo largo de este segundo año los países centroamericanos prestan atención al trato y cómo se desarrolla la relación con Costa Rica. Son observadores del comportamiento para luego dar el paso», expresó el diplomático chino en declaraciones publicadas por el diario costarricense La Prensa Libre.

Agregó que «mientras esto ocurre mantenemos una relación comercial extraoficial» y contactos con «partidos políticos y Centroamérica en general». Costa Rica y China establecieron relaciones diplomáticas el 1 de junio de 2007, cuando el país centroamericano cortó sus vínculos con Taiwán, considerada por Pekín como una provincia rebelde.

Desde entonces, Costa Rica es el único país de Centroamérica que mantiene relaciones diplomáticas con China y no con Taiwán. «Hemos avanzado a pasos agigantados tratando de hacer más en dos años que en los 60 que no tuvimos relaciones diplomáticas con Costa Rica. Hemos visto el apoyo y el respaldo de los pueblos en acciones de colaboración mutua en todo sentido», dijo el embajador chino.

Por su parte, el presidente costarricense, Óscar Arias, destacó en un comunicado «el privilegio de ser la generación costarricense que vio germinar, por fin, la amistad entre China y Costa Rica». «Cumplimos dos años de una de las mejores decisiones que ha tomado nuestro país en su historia reciente», dijo Arias, quien aseguró que «Costa Rica se enorgullece de ser un país explorador en pleno siglo XXI».

De acuerdo con datos del Gobierno costarricense, desde el establecimiento de relaciones el comercio entre China y Costa Rica se incrementó en un 37,8% y ya se negocia un Tratado de Libre Comercio (TLC) para aumentar esa cifra. Entre los proyectos más visibles de esta relación está la compra de bonos de deuda costarricenses por parte de China por 300 millones de dólares, las negociaciones del TLC y el inicio de la construcción de un nuevo estadio nacional en San José con una donación china de 83 millones de dólares.

En estos dos años los presidentes Óscar Arias y Hu Jintao han intercambiado visitas a sus países y se han firmado varios acuerdos de cooperación en cultura, educación, economía, medio ambiente y deportes, entre otros.

Fuente: INFOLATAM