Así quedó demostrado tras las manifestaciones de varios candidatos sobre esa guerrilla.
Mientras hace 12 años algunos aspirantes presidenciales querían aproximarse a las Farc y proponían un entendimiento con ellas, los de hoy buscan marcar distancia con el grupo armado. Así quedó demostrado tras las manifestaciones de varios candidatos sobre esa guerrilla.
En esta ocasión, el centro del debate ha sido la posibilidad de un despeje militar y de un eventual diálogo de paz. El tema volvió a la mesa a raíz de la controversia entre los dos candidatos que se disputan la herencia del uribismo: Juan Manuel Santos, de ‘la U’, y Noemí Sanín, del conservatismo.
El lunes, la candidata conservadora le envió una carta a Santos en la que lo acusó de haber tenido una «participación fundamental» en «el diseño y la concepción» de la zona de despeje del Caguán.
Desde Medellín, Santos respondió que «solo los imbéciles no cambian de opinión cuando cambian las circunstancias», y añadió que cree que «el país conoce muy bien que las circunstancias hace 15 o 20 años eran muy diferentes a las actuales, precisamente porque esos bandidos de las Farc se han burlado del pueblo colombiano».
En el debate terció el candidato del Polo, Gustavo Petro, que afirmó que Santos había llegado incluso a proponer «algo más que una negociación con las Farc».
Petro citó una columna de Santos del 4 de septiembre de 1998, en EL TIEMPO, titulada Coger el toro por los cuernos, en la que el ex ministro escribió: «Me permito proponerle al señor Presidente de la República, desde este sagrado recinto de la democracia que, si de veras quiere la paz, lidere un nuevo Frente Nacional. Un Frente Nacional en que se pacte con todos los sectores políticos y con la guerrilla un nuevo régimen político que reconozca la realidad que hoy representa la insurrección armada».
El politólogo Fernando Giraldo recordó que en las campañas presidenciales de 1998 y del 2002 casi todos los planteamientos se hacían en torno a un acercamiento con las Farc, con excepción de Uribe, quien en el 2002 se impuso con su línea dura.
Para Giraldo, Sanín incurrió «en una contradicción al cuestionar a Santos», pues su jefe de debate, Juan Gabriel Uribe, fue miembro de la comisión negociadora con las Farc, y cuenta con el respaldo del ex presidente Andrés Pastrana, que despejó la zona del Caguán.
Sobre el debate, el ex ministro Augusto Ramírez afirmó que «todos los candidatos están hoy contra una zona de despeje porque en el Caguán la guerrilla se fortaleció convirtiéndolo en zona de secuestrados y siembra de coca».
Fuente: eltiempo.com