Un disidente cubano expatriado por La Habana llegó el miércoles a Madrid, al tiempo que el gobierno español vaticinó que la liberación de presos políticos por parte de la isla caribeña facilitará el levantamiento del embargo estadounidense.
El cubano Arturo Pérez de Alejo Rodríguez, quien estaba condenado a 20 años de cárcel, llegó a España en un vuelo de Iberia, con lo que suman 12 los ex prisioneros políticos excarcelados que se encuentran en el país ibérico.
«Nosotros utilizamos España como un exilio, como un refugio, porque no hay alternativa», dijo Pérez de Alejo Rodríguez. «Entre seguir preso y morir allá, trató de buscar una alternativa por acá».
Pérez de Alejo Rodríguez, de 59 años, llegó acompañado por seis familiares. La Cruz Roja informó que todos fueron trasladados a un hotel de la localidad de Móstoles, a las afueras de Madrid, un alojamiento diferente y con mayores comodidades en comparación al elegido para los primeros 11 disidentes cubanos llegados la semana pasada a España.
La Cruz Roja explicó que el cambio no fue motivado por las quejas de algunos de los disidentes, sino por un simple problema de disponibilidad. El gobierno prevé que entre el jueves y el viernes lleguen otros siete ex presos junto a sus familias, que serán alojados en Móstoles, con lo que sumarían 19 los disidentes cubanos expatriados a España.
Los liberados son parte del grupo de 52 presos que Cuba se comprometió a excarcelar en virtud del acuerdo entre el gobierno de Raúl Castro y la Iglesia católica cubana.
«Agradezco todas las gestiones realizadas. No sé si habrá un trasfondo político, pero al menos se hizo algo», añadió. «Habíamos perdido la libertad, pero nos quedaba la esperanza».
El 12mo cubano excarcelado llegó horas después que el canciller español, Miguel Angel Moratinos, considerase que el proceso de excarcelaciones favorecerá que Washington retire su embargo contra Cuba, vigente desde la década de 1960.
Además de reiterar su creencia de que La Habana liberará a todos los disidentes y no sólo a los 52 del llamado «Grupo de los 75», Moratinos pronosticó que las consecuencias de este compromiso cambiarán las relaciones de la Unión Europea y de Estados Unidos con Cuba.
En ese sentido, se mostró confiado en que los 27 socios europeos acepten modificar la llamada Posición Común, un texto vigente desde 1996 que condiciona las relaciones entre Bruselas y La Habana a cambios en el sistema comunista de la isla.
«Sí, levantaremos la Posición Común de la UE y tendrá consecuencias políticas en las relaciones de EEUU con Cuba, (como el) levantamiento del bloqueo», dijo Moratinos en el parlamento.
La embajada de Estados Unidos en Madrid respondió que la liberación de presos cubanos es bienvenida, pero matizó que es demasiado pronto para valorar si puede tener alguna incidencia en la eliminación del embargo.
En la misma línea, Maja Kocijancic, portavoz de la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, precisó que es prematuro aventurar un cambio de rumbo en Bruselas, ya que cualquier modificación de la Posición Común requiere el consenso de los 27 socios y no está claro que todos los países compartan el optimismo español.
Los cancilleres europeos se reunirán el próximo lunes y el tema de Cuba podría estar brevemente sobre la mesa, aunque Kocijancic recordó que la Posición Común no se revisará hasta septiembre.
Se prevé que entre el jueves y el viernes lleguen otros siete cubanos excarcelados. Según el gobierno español, ellos serán Manuel Ubals González, Ricardo Enrique Silva Gual, Alfredo Manuel Pulido López, Blas Giraldo Reyes Rodríguez, Jorge Luis González Tanquero, José Ubaldo Izquierdo Hernández y Antonio Ramón Díaz Sánchez.
Los ex presos que han llegado y llegarán a España son miembros del «Grupo de los 75», arrestados en el 2003 y encarcelados bajo cargos de recibir dinero y orientación del gobierno de Estados Unidos y sus aliados para destruir a la revolución cubana.
Como ya hizo la semana pasada, Moratinos manifestó que la amnistía no se limitará a los 52 y dijo que beneficiará a todos los presos políticos, una cifra que podría alcanzar las 167 personas, según el último informe de la organización no gubernamental Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Varios disidentes llegados la semana pasada han comenzado a ser realojados en distintas ciudades del país, atendiendo a las necesidades particulares de cada familia. Otros siguen viviendo en un hotel del extrarradio de Madrid.
Fuente: elnuevoherald.com